Nuestro socio Francisco Cox Vial aborda la expansión del crimen organizado en Chile en su columna en El Mercurio de este viernes 15 de julio: «Para atacar su poder adquisitivo, se requiere la colaboración de todas las instituciones. Especialmente las financieras. Ellas son una fuente de información fundamental acerca de cómo se mueve el dinero, que debe ser compartida. Conocen cómo ha cambiado tanto el comportamiento comercial de las personas como el tipo de transacciones. No insinúo que los operadores del sistema financiero contribuyan con el crimen organizado, sino que estos cambios también son empleados por ellos. La colaboración que puedan prestar las instituciones financieras al Estado, respetando el secreto bancario y la privacidad de sus clientes, puede ser crítica para impedir que el dinero ilícito sea aprovechado por el crimen organizado. Asimismo, el deber de reportar es importante para alcanzar este objetivo, ampliando los sujetos obligados, lo que hace fundamental aprobar el proyecto de ley que incluye a las automotoras entre ellos».